Por considerar que el negocio entre ExxonMobil y Terpel “conduciría a una restricción indebida e indeseable de la libre competencia económica en el mercado de los combustibles”, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) objetó la operación de combustibles y condicionó la de lubricantes.
La solicitud era integrar el negocio de distribución de lubricantes y de estaciones de servicio de Terpel con el de ExxonMobil (dueño de las marcas Esso y Mobil), con la intención de Terpel de vender de inmediato las bombas.
La solicitud era integrar el negocio de distribución de lubricantes y de estaciones de servicio de Terpel con el de ExxonMobil (dueño de las marcas Esso y Mobil), con la intención de Terpel de vender de inmediato las bombas.
Con la decisión de ahora, según había anticipado EL TIEMPO en septiembre pasado, la SIC establece que Terpel deberá salir de todas las estaciones de combustible Esso y Mobil incluidas en el acuerdo inicial.
Así, el negocio de combustibles de ExxonMobil “tendrá que transferirse transitoriamente a un tercero independiente, con el propósito de que este realice la venta definitiva a un competidor independiente en un término máximo de 6 meses”.
Así, el negocio de combustibles de ExxonMobil “tendrá que transferirse transitoriamente a un tercero independiente, con el propósito de que este realice la venta definitiva a un competidor independiente en un término máximo de 6 meses”.
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